miércoles, 21 de marzo de 2012

¡SALUD!



Quise conocer el Vino atraído tal vez por las asociaciones que de él tengo
con los actos más íntimos y nobles de la humanidad.




El Maestro Jesús bebiendo Vino en la última cena. Vino como símbolo de
su sangre y motivo para la identificación de la pluralidad del género
humano.




Sócrates y su cicuta mezclada con Vino. La imagen de Baco como dios
alegre que le da su carácter festivo y jocoso y extrae del espíritu del
hombre su más íntima esencia, sean quizá los atractivos irresistibles que
encierra la bebida en su abrazo más estrecho con la raza humana.




“Bebed Vino y haced el amor” apología de la vida en plenitud, del espíritu
liberado al fin de sus miserias.




La primera vez que lo bebí, sin embargo, quedó en el aire la promesa de
hacer el amor…




Es por ello que el Vino me sirve de pretexto para la evocación de mis
instintos más básicos y primitivos, y a la vez, convoca a mi pensamiento
algunas de mis nostalgias; la nostalgia de ese cuerpo que no desnudé,
del gemido ardoroso que no rompió el silencio….la nostalgia de lo que
quise que fuera y no pudo ser.




Después de la primera copa siguieron con temor los besos furtivos y su
pelo entre mis dedos, su cuello ofrendado como víctima de hecatombe y
después, el miedo a la desnudez. Ambos acordamos –yo por pura
solidaridad- que no estábamos preparados para el sexo.




En mi interior me moría de ganas de hacer el amor con esa dulce mujer
que al influjo del Vino y los silencios de besos tiernos, sólo quiso
abrazarme y contemplar la tarde de nubes desgarradas y penumbras
incipientes de otoño.




Hoy, al paso de los años y en memoria de lo que no pudo ser, con cada
sorbo evoco ese momento de amores y ternuras, de la niña recostada en
mi regazo contemplando las nubes y guardando silencio con la sonrisa de
plenitud, se sabía amada...vuelvo a ese instante.




Por eso bebo el Vino, por que me lleva al pasado y me sitúa justo en ese
momento preciso en el que, por primera vez, fui capaz de contener mis
instintos con la pura y simple intención de hacer feliz a una mujer.

1 comentario:

  1. CON LA PURA INTENCION DE HACER Y SER FELIZ... (: I LIKE...

    MÁS AMOR QUE VINO, AUNQUE EL VINO CALIENTA LA SANGRE... MÑK

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