jueves, 10 de marzo de 2011

JUANIS (In memoriam)

Juanita manos de pan, alma de paloma. Mujer sencilla, simple y generosa, de tiempos que fueron obsequio y bendición para el tiempo de quienes te conocimos.

Nos forjaste como alfarera a sus vasijas, allí en tu casa de paredes de adobe y techos de lámina; allí, en tu cocina de afanes inteminables en donde mucha de tu vida se te fue alimentándonos de comida y amor.

¿Cómo no recordarte amada Juanis? ¿Cómo olvidarte dulce abuelita?

En cada tramo del camino dejaste vida, sudor, trabajo y fuerza a cambio de trasmutar cada cosa en algo mágico para tus nietos.

Nos diste todo. Nada puede compensarlo.
Nos diste todo. Yo no quiero darte olvido.

Descansa en paz abuelita, mereces un descanso, una pausa de tranquiliad junto a Dios, y desde allí observa el devenir de quienes aquí quedamos extrañándote, platicando de ti, añorando tu abrazo, la sazón de tu comida, la luz de paz de tu mirada, tu voz mansa de viento que mece apenas el ramaje de árboles añosos.

Descansa en paz allí, en la compañía de tus hijas Celia y Tere y tu nieta Regina, y una vez más inunda con tu mirada de amores antiguos al abuelo Pánfilo, tu compañero en la vida.

Los que aún quedamos en este mundo llevamos de ti señales y signos que te perpetuan y muchas que nos dejaste como regalo de tu bondad. En esta noches de los tiempos después de tu partida, un murmullo de flores creciendo en la obscuridad de repente me despierta con ternura, es el aviso para que abra los ojos y vea la luminiscencia de ese polvito fino de estrellas que cada día de tu vida pusiste en mi camino.

Que Dios te bendiga.


(Juana De los Santos Lugo. 10/03/1920-19/11/2004)

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