lunes, 8 de noviembre de 2010

NIÑA DE MAR

(En la memoria del agua)


Escuchó de voces lejanas
que una sustancia parecida a los sueños inundaba la superficie.

-Se llama luz y lo llena todo- Susurraron los nenúfares

Y fue entonces que la niña de pies delgados quiso conocer la luz.

Salió del mar buscando entre la sal de la rompiente la sustancia de sus sueños,
y era que con la sal de su andar ella inventó la luz y los murmullos de las olas.

La arena le preguntó su nombre para saber quien le había dado sonido a la espuma.


Es mía, -dijo el mar- y en su mirada lleva mi signo y en su nombre mi nombre. Nada escapa a sus ojos, ni siquiera el silencio.

Su forma de ver es un refugio contra el miedo y el olvido, y a su paso liviano las caracolas enmudecen para adivinar si viene o se aleja.

Yo la vi, vestida sólo con reflejos del agua.
La vi y esclavizó mi mirada y mis futuros a su cintura,
a su pelo, a su cejas…

Horadó sobre mi pecho un vacío que sólo se llena de sal y luz si ella está cerca.
Una vez existió allí la locura en forma de corazón –La niña se la llevó-

Pero algo indescriptible sigue latiendo, la presiente y se inflama
Y hace nacer el deseo de trasmutar mi piel en reflejo de agua para vestirla con ella, para ceñirla en la estrechez y brevedad de un abrazo.

Me hace desear ser arena
Y que su paso de fragilidad quede tatuado en mis ruinas,
en mi aspereza, en mi humedad de sal,
en la memoria de lo táctil que se esfuma con la pleamar

Pero regresó a su origen
La niña ya no está

Dejó como evidencia, como prueba irrefutable de su ser
Una huella, un deseo, un reflejo, el vacío que me invade
Y un trozo de sus sueños en forma de luz.

1 comentario:

  1. sabes me fascina como escribes me encanta lo q piensas te adoro eres un grandisimo amigo para mi espeor lo recuerdes siempre.

    GRACIAS POR AQUELLOS MOMENTOS TAN BELLOS QUE ME BRINDAS CON TU AMISTAD

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