
París de noche es sin duda una evocación de la nostalgia, tal vez del romanticismo, de un erotismo refinado o a un desenfreno de pasiones si nos referimos a la imagen nocturna de la ciudad, pero también para algunos evoca el acto mas bajo y salvaje del gusto humano si nos referimos a la bebida así denominada.
Me refiero a esa grotesca bebida que atenta contra el buen gusto, pero que por su costo da a quien la bebe un hálito de superioridad y tal vez hasta les haga sentirse falsamente refinados.
Si señores, en chilangolandia y reinos conexos se ha popularizado una aberración de bebida compuesta por Coñac (coñá, como dice mi compadre) hielo (pero que esté frío, como también lo dice) y coca cola…eso sí, servido en “copa globo” y mezclado con la propia coca cola previamente agitada y soltada a presión por el efecto de sus gases carbónicos. A tal monstruosidad le llaman “PARÍS DE NOCHE”.
Los elementos que componen tal aberración en lo individual son buenos, y un buen coñac sin duda es delicioso…¿pero mezclados….?
Quien así bebe esa preparación digna de la fórmula del Doctor Jekyll o de barman de Evo Morales, lo hace con la satisfacción que da el precio de la bebida…pero nada más. Dice mi compadre que él lo bebe por que puede pagarlo. Nadie le refuta su poder adquisitivo, pero su gusto queda en entredicho.
Tal afirmación es consecuencia de la más supina ignorancia.
Si por un momento se diera a la tarea de investigar lo que el coñac como producto representa, seguramente tendría respeto por una bebida tan exquisita y refinada. Ese respeto implicaría no destrozarla mezclándola con coca cola y hielo (pero frío).
El coñac se cuida desde su origen, desde el más remoto. No cualquier uva es apta para producir la bebida, ni en cualquier suelo se dan estas, su recolección, extracción del jugo, destilación y añejamiento son procesos verdaderamente metódicos que permiten obtener una exquisitez de producto.
Imagino esa doble destilación que debe tener en alambiques de cobre con medidas precisas y durante el tiempo justo que debe ser.
Pero pensemos en ese proceso que lleva implícito el transcurrir del tiempo como elemento indispensable para el producto final. Un coñac según sus normas de elaboración debe permanecer en añejamiento cuando menos durante dos años en barricas exclusivamente de roble. Dependiendo del tipo o grado que se quiera obtener este tiempo de añejamiento debe prolongarse. Así encontramos en el mercado algún coñac que tuvo 20 o más años en barrica.
Imaginemos por un momento lo que significa ese largo añejamiento. Día a día, hora tras hora, segundo a segundo mantener una bebida en su barrica durante 20 años, cuidando en todo momento la temperatura, la humedad, la luz y tal vez hasta el silencio, sentir como poco a poco el coñac va tomado su espíritu, su carácter; cómo todo se conjuga para obtener tan preciosa bebida, cómo la esencia de la madera le va dando color, brillantez, le va regalando algunos aromas que el tiempo acentúa. Imaginemos esos hongos que crecen lentamente en la madera que van tapando sus poros para conseguir un perfecto y exacto grado de evaporación alcohólica.
Pensemos en que el mundo día a día va cambiando vertiginosamente, mientras que el coñac abrazado por la madera se toma sin prisa su tiempo para madurar, para desarrollarse, para existir…ese pensamiento arroba.
Y sin embargo apenas sale de la botella hay que partirle todita la madre con hielo y coca cola para “diseñar” una mezcla atroz que lo único que tiene de rimbombante es el nombre: “PARIS DE NOCHE”.
Lo que produce la ignorancia.
Pero más allá de estas consideraciones lo cierto es que cuando menos en lo que a elegir bebidas se trata gozamos de una plena libertad, y sinceramente no creo que esta breve reflexión haga que alguien que bebe “París de noche” deje de hacerlo. Así mi alma está en paz.
Dudo sin embargo que el gusto por esta bebida provenga de las sensaciones que da el paladar, apuesto a que dicho gusto proviene de otra parte, tal vez de la necesidad de sentir sofisticación por tener en la mano tan extraña mezcla, tal vez produzca una sensación de superioridad social, económica, de cultura….no se, pero resulta antropológicamente interesante estudiar ya no la mezcla, sino a los individuos que gustan de ella….si Darwin no hubiera muerto (suspiro).
En fin, la “receta para el “parís de noche” es sencilla:
1. 2 onzas de coñac
2. Hielo al gusto
3. Coca cola o pepsi cola (300 mililitros) (es válido decir PECSI)
4. 1 espíritu ignorante
5. El deseo de sofisticación
Vierta en una “copa globo” el coñac y agregue el hielo frío. Agite la coca cola y llene su copa con la coca cola intentando hacer abundante espuma. (si el hielo no está frío no levantará espuma)
Método para beber el “parís de noche”
1. Tome la copa con la mezcla en la mano en la que ostente más abalorios como reloj, pulsera de oro, anillos o cintas con el escudo de la selección, hello kitty o bart simpson. Se admite la cinta conmemorativa del último concierto de banda machos.
2. Gire cuidadosamente la copa para ver en sus bordes los reflejos y brillos de la coca cola o del hielo (los del coñac se habrán perdido para siempre).
3. Entorne la mirada al horizonte fingiendo que conoce el mundo y sus alrededores.
4. Acerque lentamente la copa a su boca y sorba un generoso trago sin hacerlo circular por la cavidad bucal (que vaya directo a garganta como dicen).
5. Haga un gesto como indicando “¡¡Hay wey ta re juerte esta madre!! (Fuerte suena muy corriente).
6. Saque la lengua y limpie el bigote que la espuma dibujó en sus labios.
7. Beba los 50 mililitros que sobraron en la botella de coca cola para matar el horrible gusto de la mezcla.
8. Chasquee ruidosamente la boca y haga ¡¡ahhh!!
9. Exprese las palabras ceremoniales: “Mas mejor que baba de oso”
10. Evite cualquier comentario sarcástico. Si alguien quiere vomitar o refleja nauseas, limítese a decir: ¿tú que sabes de la vida?
11. Y si alguien le pregunta por qué bebe tal cosa sólo diga: “Por que puedo pagarlo”
¡¡¡ Salud!!!
*Corolario de refinamiento*
Si el mesero o barman le preguntan: ¿le sirvo otro parís? Usted, por etiqueta debe de decir: “¡¡como va!!…pero que los hielos estén fríos” o bien: “te tas tardando...pero que los hielos ora si ten fríos”
Después de la cuarta copa es permitido decir: “Pst.. oime…traime otra madre de esas…pero que los "yelos" ten bien fríos! Cuando su bebida se la sirvan fría es válido expresar: ¡¡ No mames…ta bien muerta!!!
Me refiero a esa grotesca bebida que atenta contra el buen gusto, pero que por su costo da a quien la bebe un hálito de superioridad y tal vez hasta les haga sentirse falsamente refinados.
Si señores, en chilangolandia y reinos conexos se ha popularizado una aberración de bebida compuesta por Coñac (coñá, como dice mi compadre) hielo (pero que esté frío, como también lo dice) y coca cola…eso sí, servido en “copa globo” y mezclado con la propia coca cola previamente agitada y soltada a presión por el efecto de sus gases carbónicos. A tal monstruosidad le llaman “PARÍS DE NOCHE”.
Los elementos que componen tal aberración en lo individual son buenos, y un buen coñac sin duda es delicioso…¿pero mezclados….?
Quien así bebe esa preparación digna de la fórmula del Doctor Jekyll o de barman de Evo Morales, lo hace con la satisfacción que da el precio de la bebida…pero nada más. Dice mi compadre que él lo bebe por que puede pagarlo. Nadie le refuta su poder adquisitivo, pero su gusto queda en entredicho.
Tal afirmación es consecuencia de la más supina ignorancia.
Si por un momento se diera a la tarea de investigar lo que el coñac como producto representa, seguramente tendría respeto por una bebida tan exquisita y refinada. Ese respeto implicaría no destrozarla mezclándola con coca cola y hielo (pero frío).
El coñac se cuida desde su origen, desde el más remoto. No cualquier uva es apta para producir la bebida, ni en cualquier suelo se dan estas, su recolección, extracción del jugo, destilación y añejamiento son procesos verdaderamente metódicos que permiten obtener una exquisitez de producto.
Imagino esa doble destilación que debe tener en alambiques de cobre con medidas precisas y durante el tiempo justo que debe ser.
Pero pensemos en ese proceso que lleva implícito el transcurrir del tiempo como elemento indispensable para el producto final. Un coñac según sus normas de elaboración debe permanecer en añejamiento cuando menos durante dos años en barricas exclusivamente de roble. Dependiendo del tipo o grado que se quiera obtener este tiempo de añejamiento debe prolongarse. Así encontramos en el mercado algún coñac que tuvo 20 o más años en barrica.
Imaginemos por un momento lo que significa ese largo añejamiento. Día a día, hora tras hora, segundo a segundo mantener una bebida en su barrica durante 20 años, cuidando en todo momento la temperatura, la humedad, la luz y tal vez hasta el silencio, sentir como poco a poco el coñac va tomado su espíritu, su carácter; cómo todo se conjuga para obtener tan preciosa bebida, cómo la esencia de la madera le va dando color, brillantez, le va regalando algunos aromas que el tiempo acentúa. Imaginemos esos hongos que crecen lentamente en la madera que van tapando sus poros para conseguir un perfecto y exacto grado de evaporación alcohólica.
Pensemos en que el mundo día a día va cambiando vertiginosamente, mientras que el coñac abrazado por la madera se toma sin prisa su tiempo para madurar, para desarrollarse, para existir…ese pensamiento arroba.
Y sin embargo apenas sale de la botella hay que partirle todita la madre con hielo y coca cola para “diseñar” una mezcla atroz que lo único que tiene de rimbombante es el nombre: “PARIS DE NOCHE”.
Lo que produce la ignorancia.
Pero más allá de estas consideraciones lo cierto es que cuando menos en lo que a elegir bebidas se trata gozamos de una plena libertad, y sinceramente no creo que esta breve reflexión haga que alguien que bebe “París de noche” deje de hacerlo. Así mi alma está en paz.
Dudo sin embargo que el gusto por esta bebida provenga de las sensaciones que da el paladar, apuesto a que dicho gusto proviene de otra parte, tal vez de la necesidad de sentir sofisticación por tener en la mano tan extraña mezcla, tal vez produzca una sensación de superioridad social, económica, de cultura….no se, pero resulta antropológicamente interesante estudiar ya no la mezcla, sino a los individuos que gustan de ella….si Darwin no hubiera muerto (suspiro).
En fin, la “receta para el “parís de noche” es sencilla:
1. 2 onzas de coñac
2. Hielo al gusto
3. Coca cola o pepsi cola (300 mililitros) (es válido decir PECSI)
4. 1 espíritu ignorante
5. El deseo de sofisticación
Vierta en una “copa globo” el coñac y agregue el hielo frío. Agite la coca cola y llene su copa con la coca cola intentando hacer abundante espuma. (si el hielo no está frío no levantará espuma)
Método para beber el “parís de noche”
1. Tome la copa con la mezcla en la mano en la que ostente más abalorios como reloj, pulsera de oro, anillos o cintas con el escudo de la selección, hello kitty o bart simpson. Se admite la cinta conmemorativa del último concierto de banda machos.
2. Gire cuidadosamente la copa para ver en sus bordes los reflejos y brillos de la coca cola o del hielo (los del coñac se habrán perdido para siempre).
3. Entorne la mirada al horizonte fingiendo que conoce el mundo y sus alrededores.
4. Acerque lentamente la copa a su boca y sorba un generoso trago sin hacerlo circular por la cavidad bucal (que vaya directo a garganta como dicen).
5. Haga un gesto como indicando “¡¡Hay wey ta re juerte esta madre!! (Fuerte suena muy corriente).
6. Saque la lengua y limpie el bigote que la espuma dibujó en sus labios.
7. Beba los 50 mililitros que sobraron en la botella de coca cola para matar el horrible gusto de la mezcla.
8. Chasquee ruidosamente la boca y haga ¡¡ahhh!!
9. Exprese las palabras ceremoniales: “Mas mejor que baba de oso”
10. Evite cualquier comentario sarcástico. Si alguien quiere vomitar o refleja nauseas, limítese a decir: ¿tú que sabes de la vida?
11. Y si alguien le pregunta por qué bebe tal cosa sólo diga: “Por que puedo pagarlo”
¡¡¡ Salud!!!
*Corolario de refinamiento*
Si el mesero o barman le preguntan: ¿le sirvo otro parís? Usted, por etiqueta debe de decir: “¡¡como va!!…pero que los hielos estén fríos” o bien: “te tas tardando...pero que los hielos ora si ten fríos”
Después de la cuarta copa es permitido decir: “Pst.. oime…traime otra madre de esas…pero que los "yelos" ten bien fríos! Cuando su bebida se la sirvan fría es válido expresar: ¡¡ No mames…ta bien muerta!!!
HAHAHAHA!!!
ResponderEliminarBuenisima reseña... concuerdo con todo!
ResponderEliminarBuenisima reseña... concuerdo con todo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEntiendo tu indignación ante el uso ofensivo del cognac con Coca Cola sin embargo, para quien gusta de tomar una cuba, puede ser la mejor alternativa pues la nobleza del producto garantiza que por ejemplo, después de beberse hasta una botella durante la noche, podrá despertar al día siguiente sin la espantosa cruda que dejan bebidas de menor calidad. En mi caso, mis amigos españoles y yo hemos acostumbrado a beber nuestras cubas con el delicioso brandy Fundador, acompañadas de una buena porción de agua mineral, y créeme, no existe bebida más noble! 3 botellas entre 3 amigos y lo único que nos pesa al día siguiente es la desvelada. Así que entendamos los que en el fondo puede representar tomar el cognac de esa manera.
ResponderEliminarPues ultimadamente el que paga la botella elige como tomarla, y si uno lo toma con coca, pecsi. Countro, amaretto, queso, carnes conservadas o solo... es su "gusto", no es ley y no creo que sea de mal gusto beber con cola, estamos en un planeta libre. Saludos.
ResponderEliminarEs la primera bebida alcohólica que tomo a mis 23 años,
ResponderEliminarme intereso muchísimo determinar que estaba tomando y eh aquí resolviste mi manera de verlo.
Me encanto tu percepciòn
Difiero completamente!
ResponderEliminarEl mismo Maurice Hennessy (octava generción de Hennessy) ha probado el París de noche y opina que es un gran trago, de hecho él mezcla Hennessy XO con agua mineral o Ginger Ale.
Así que la percepción está en los ojos del que la expresa.
París de Noche?
ResponderEliminarMuy bien y sabroso...
Para convivir y conbeber con amigos, familares o simplemente solito...
Me gusta, y estoy de acuerdo...
No solo es una bebida más... Es París de Noche...