" Y así, poco a poco fue tomando cuerpo la lluvia. Esa tarde fue tomando tu cuerpo. Cada gota traía consigo tu aroma y tu silencio. Las mas grandes trajeron tus nostalgias y tus deseos.
Nuevamente volviste a ser mía y simultáneamente a poseerme cuando me descubrí en la tormenta inundado por ti, con los brazos abiertos y llorando de alegría justo en el medio de tus urgencias de mujer, probando otra vez, en ese rito de complicidad, la humedad mas recóndita de tu cuerpo que ahora llegó con la lluvia"
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