
REGINA
Regina nació un 20 de febrero de 2001; casi ocho años después regresó con Dios al cielo. El día que ella llegó a casa fue el más feliz que hasta el momento he vivido.
La necesidad de escribir sobre Regina me lleva sin duda a querer ser su biógrafo, por que desearía contar todos y cada uno de los momentos que viví a su lado, dándoles un orden cronológico y descriptivo, como si estuviera viendo un álbum de fotos de cada instante pasado y estuviera también contando lo sucedido minuto a minuto. Esto es por la necesidad de rememorar a mi hija sin perder nada de ella, es también mi manera de reconciliarme con mi pasado, por que de mi pasado la zona más luminosa fue al lado de Regina.
Por esta ocasión renuncio a escribir la biografía de mi hija, seguramente un día lo haré, cuando llegue el momento de recordarla sin sentir este dolor lacerante de su ausencia y pueda honrar con alegría la propia alegría que ella me enseñó en esta vida, pero ahora no es el momento, por que inevitablemente lloro al escribir sobre mi hija.
Poco a poco su ausencia y su recuerdo van arrojando luz sobre muchas cosas que no entendía, principalmente sobre mi relación personal con Dios.
La soberbia de mi mente me llevó durante muchos años a afirmar que Dios y yo éramos grandes amigos, que nos respetábamos mutuamente y que habíamos hecho un pacto indisoluble de no agresión: Ni Él se metía en mis cosas ni yo en las suyas….pero llegó Regina con su amor a trastocar mi universo.
Llegó a enseñarme que Dios está a cada momento cuidándome y tratando de que me abandone a Él con amor y pasión. Para demostrarme su propio amor y abandono me dio a Regina, el regalo mas hermoso que jamás había tenido.
Regina se fue de este mundo físico y su partida me ha dejado tristeza, dolor y una enseñanza que necesito fortalecer, esa enseñanza es la fe.
En sus últimos días en el hospital a mi princesa sólo le preocupaba algo: Santa Claus y los juguetes que tendría para ella.
Regina creía en Santa, en los Reyes Magos, en el ratón de los dientes, en la magia, en el conejo de la luna, en las hadas y en muchas cosas más que dieron un sentido hermoso a su corta vida.
Pero decir que creía en todo eso suena como una ligereza, ¡tenía la certeza de que todo eso existía! de que formaba parte de su cotidianeidad y asumía esa realidad a cada momento.
Por eso su preocupación era Santa. En su lógica infantil imaginaba que Santa no la encontraría en Noche Buena si ella estaba en el hospital; y así se lo hizo saber a su mami. Gabriela le despejó sus dudas y le dio la certeza de que Santa la encontraría en cualquier lugar del mundo por que ya le había avisado que Regis estaba en el hospital junto con otros niños que Santa adoraba.
Esa noche mi niña perdió sus temores y dentro de su precario estado de salud durmió abrazada a su mami a quien tanto amó. Yo las encontré abrazadas y unidas no sólo físicamente, sino emocional y espiritualmente, dándose tanto cariño como siempre lo hacían, como siempre fue.
Al recordar las certezas y creencias de Regis inevitablemente encuentro una enseñanza para mi vida. Recuerdo al Maestro Jesús, esa tarde en el monte de los olivos platicando con Nicodemo
- Maestro ¿Cómo llegaremos al reino de los cielos?- decía Nicodemo.
- Vuelve a ser niño, sólo así llegaras al Padre.-Le contestó El Maestro
No pretendo desentrañar los misterios de los evangelios, pero tengo la convicción de que el maestro Jesús le dijo a su discípulo que creyera sin dudar en que lo imposible a la mente huma existe, y que existe cuando no tenemos duda de ello, como los niños creen, como los niños viven sus creencias.
Hoy tengo una preocupación: ¿volveré a estar con Regina?
Algunas veces he puesto mi preocupación en las manos de Dios, platico con él, me recargo en su hombro y le pregunto qué hacer para estar con mi hija. Dios me sonríe con dulzura, acaricia mi cabello y me dice: -Alejandro, tú tienes la respuesta por que Regina te la enseñó, vuelve a ser niño y estarás con tu princesa cuando así sea el momento.
Amigo Alejandro: Me es imposible imaginar tus sentimientos tras dejarte físicamente Regina. Tu testimonio,la dulzura, la huella que dejó tu hija en tí, son el resulado de tu gran labor como padre. Me consta que Dios te reclamó a ese ángel que te dió para que tuvieras la oportunidad de hacer una obra suya en este mundo, de mejorar como ser humano, y de disfutar de un efímero pero gran amor. Sé que Él, en su divino agradecimiento te guarda un espacio a su lado en el cielo que ahora ocupa. Los amigos que seguimos su proceso orando contigo, aprendimos a quererla y a hacerla nuestra en el corazón y te agradecemos la oportunidad de crecer como seres humanos en tu compañía. Para Regina: Nuestras eternas oraciones y la promesa de que tu papá, tu gran papá, nuestro QUERIDO AMIGO ALEX, nunca estará solo. Un beso desde la Tierra, princesa en el cielo.
ResponderEliminarAyer recien, una persona me decia algo que me causo mucha paz: Dios no le te da cargas que no puedas soportar.
ResponderEliminarCreo que finalmente en los momento mas dificiles abandonarnos en el y en su voluntad es lo mas reconfortante. Aunque efectivamente y tal como dices, el resto del tiempo tengamos una relacion tan soberbia y a veces indiferente con el.
En fin, después de todo este cantinfleo, amigo alex, quiero decirte una vez mas que te quiero mucho mucho y que en mis brazos siempre habrà la promesa de un abrazo para ti.
Por cierto, delicioso tu blog, hacia mucho no me reia tanto.
Saludos de Hèctor y mios.
Regis ,Dios quería que celebraras tus cumpleaños a su lado… no podemos ser egoístas aunque nos duela, y por eso hoy, en lugar de entristecernos, nos alegramos por que pudimos conocerte y compartir contigo tan hermosos momentos que sin lugar a dudas, nos dejaron huellas muy dulces ¡¡Gracias!”. Isa
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